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Inmoov, tu robot imprimible

Como lo estais escuchando, existe un proyecto desde hace unos años gracias al cual puedes imprimir este fantástico humanoide.

Es una creación original de Gaël Langevin, un escultor francés que diseñó una mano imprimilble en 3d con fines protésicos, y el proyecto se ha estendido hasta alcanzar medio cuerpo.

Inmoov es capaz de percibir los sonidos, ver, hablar y moverse independientemente. El robot es capaz de percibir su entorno a través de webcams y responder a órdenes facilitadas por su propietario. Éste incorpora diferentes sensores de presión, infrarrojos y de 3 dimensiones, además del sensor Kinect, que permite al robot ver y analizar el espacio tridimensional del entorno del robot.

Debido al uso de componentes y tecnologías abiertas, muchos desarrolladores han realizado modificaciones en el robot Inmoov para mejorar sus funciones. La modificacion más ambiciosa han sido los programas de reconocimiento artificial porque ha hecho que el robot incorpore micro-cámaras, sensores, sistema de rastreo de movimiento y la habilidad de conectarse a cualquier ordendador.

¿Merece la pena imprimirlo?

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que la inversión económica es más de lo que parece, por un lado las bobinas de filamento, para que os hagais una idea, la impresión de la cabeza, torso y un biceps ha sido de entre 4 y 5 kilos de material plástico. Y por otro lado está toda la parte electrónica, donde cámara, servos, arduino, circuitos, Kinect y tablet suponen una inversión considerable. Su precio final total es de 800 – 1000€, algo a tener en cuenta.

Otro punto muy importante es la inversión de nuestro tiempo, no solo se imprime, sino que también hay que montarlo, y algunas partes cuestan porque no se han diseñado las piezas con una tolerancia para el encaje o ensamblado, y es a base de lijar y lijar, y es algo que lleva tiempo, yo personalmente, siempre aplico una tolerancia de ensamblado en mis diseños, facilita el trabajo.

Muy pocos particulares se aventuran a construir esta maravilla, y si que es cierto que si son más los que se deciden por probar partes, como una mano o los ojos.

Impresora 3D, ¿cúal comprar?

Un tema más que concurrido, de eso no hay duda, y teniendo el actual mercado está la oferta pletórica, con cientos de modelos y marcas que hace 3 meses ni existian. Pero antes de continuar, y a modo de advertencia, no la más barata puede ser la mejor opción, y digo esto porque generalmente, es más barata, entre otras cosas, porque la tienes que montar tu, y cuando digo montar es montar absolutamente todo. Y con esto no estamos contando tampoco que sea la peor opción, todo depende de nuestras posibilidades y conocimientos sobre motores, Arduino o Pic.

Tenemos por un extremo algo como CloneWars, donde el principio es conseguir piezas  impresas de otros miembros del grupo a cambio de bobinas o con piezas impresas cuando construyas la tuya, y luego ir buscando el resto de elementos en ferreterias y tiendas de electrónica. La política de este modelo es genial, colaboracionismo, pero la lentitud del proceso y construcción es algo que me ha echado para atrás, no quería pasarme dos meses con la dichosa impresora.

Por otro lado tenemos los gigantes Ultimaker yMakerbot , carísimas pero muy profesionales, son sacar de la caja e imprimir, escepto la Ultimaker Original. También tenemos muchas otras opciones nacionales y más baratas como León-3D, Bq por poner los más fuertes, algunas de montar y otras no. Pero lo dicho, el mercado es amplio amplio.

Yo he construido una Prusa 3 Steel, donde toda la estructura viene perfectamente fabricada para montar en un par de horas. Ahora otra cosa es el resto, que me ha llevado bastante tiempo, no montarlo, sino solucionar millones de problemas que tube… todo  Aliexpress… en fin, para otro día tenemos con eso.

El caso es que su precio total ha sido unos 350 € aproximadamente, y si no fuera por los rompederos de cabeza iniciales sería perfecta. Si hoy tuviese que adquirir otra, está claro que una comercial y montada, no tengo mucho tiempo y no quiero volver a tener que pelearme con lo que considero una herramienta, puedo decir que he hecho una, me he enfadado con ella, calibrado mil veces, hecho adaptaciones chapuzas, y resuelto toneladas de averías, y ha imprimido, y estoy seguro, más de 2000 horas, eso con total seguridad, y muy probablemente esté en el doble, pero ya no tengo datos fiables y fehacientes. Y la verdad, que estéticamente da pena, está hecha polvo, pero sigue trabajando como una loca y mejor que nunca.

Yo creo que lo que de verdad importa en estas decisiones de adquirir una impresora, más que las micras de resolución o la velocidad de impresión, son las garantias de durabilidad, que los precios de sus repuestos no sean desorbitados, y que no compremos para tener la mejor, sino la más adecuada a la función que le vamos a dar.